El Estándar de Conservación Global fue fundado y establecido como una organización no gubernamental sin fines de lucro en los años 2010 y 2011. Se basa en la experiencia de sus fundadores en metodologías y prácticas de proyectos de carbono forestal. Por lo tanto, la medición y verificación se basan en las reservas de carbono superficial en áreas protegidas. A diferencia de los proyectos de compensación de carbono, no es el flujo, sino el mantenimiento de estas reservas de carbono lo que genera Unidades de Créditos de Conservación anualmente. Las CCU son puramente voluntarias y no pretenden compensar ningún daño ambiental.

La idea básica de la GCS es que la protección de la naturaleza tiene un costo de oportunidad no sólo para el propietario de la tierra, sino también para los usuarios de la tierra. En todo el mundo, la pobreza es una de las causas (si no la causa) de la degradación de la tierra. Por lo tanto, los ingresos de los proyectos de conservación de GCS se canalizan en partes iguales al propietario del terreno y a la “Zona de Amortiguamiento Comercial”, tal como se define en la metodología de GCS, con el propósito de fomentar el desarrollo rural en los paisajes que incluyen las áreas protegidas. Los ingresos se acumulan anualmente, siempre que el recurso permanezca protegido. Esta metodología es complementaria a los proyectos de compensación de carbono basados ​​en la naturaleza, pero en sí misma no requiere adicionalidad ni ningún escenario de referencia contrafactual.  

Este sistema está disponible a nivel mundial y ya se presentaron varios proyectos de otras regiones del mundo, pero hasta el momento la implementación solo ha tenido éxito en Costa Rica.

Objetivos del GCS